La genética, los marcadores moleculares y la conservación de especies
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Resumen
Godoy J.A. (2009). La genética, los marcadores moleculares y la conservación de especies. Ecosistemas 18(1):23-33.
La presencia de la genética y los marcadores moleculares en la ecología y la biología evolutiva no ha dejado de crecer en las últimas décadas, y la biología de la conservación no ha sido una excepción. Por un lado, estudios teóricos, experimentales y empíricos han documentado los cambios genéticos que las poblaciones sufren como consecuencia de la fragmentación y el declive, y han confirmado las consecuencias negativas que éstos pueden tener para la viabilidad poblacional y la evolución adaptativa. Por otro lado, la aplicación de marcadores moleculares y la rica teoría evolutiva aporta información sobre la historia evolutiva, la demografía, la ecología y el comportamiento de las especies que puede ayudar en la evaluación de riesgos, la asignación de prioridades, la delimitación de unidades y el diseño de estrategias de conservación eficaces. Además, las técnicas moleculares aportan métodos para la asignación de muestras a especies, poblaciones o individuos y para la identificación de sexo que, sobre todo cuando se combinan con materiales obtenidos de manera no invasiva, aportan herramientas eficientes para la conservación y la gestión de especies amenazadas. La presencia de la genética en conservación se ha visto impulsada en los últimos años por la aparición de nuevos marcadores moleculares, el uso de muestras degradadas o antiguas, y por significativos avances en los métodos de análisis de datos que aprovechan desarrollos teóricos importantes como la teoría del coalescente. En particular, el salto a una escala genómica promete salvar la tradicional limitación impuesta por la naturaleza predominantemente neutral de la variación explorada con los marcadores moleculares tradicionales y ofrecer acceso a la base genética de la variación adaptativa. No obstante, la superación de este y otros retos pendientes requerirá un mayor nivel de interacción entre enfoques empíricos, teóricos y experimentales, y entre las disciplinas de la genética y la ecología. La probada importancia de la variación genética para la persistencia de las especies y la sustancial contribución de las técnicas genéticas a la práctica conservacionista demandan una mayor presencia de la genética en la conservación de especies, tanto en sus aspectos normativos como de gestión.
Abstract
Godoy J.A. (2009). Genetics, molecular markers and the conservation of species. Ecosistemas 18(1):23-33.
Genetics and molecular markers have gained an increasing presence in ecology and evolutionary biology in the last decades, and conservation biology has been no exception. On the one hand, theoretical, experimental and empirical studies have documented the changes occurring in the genetics of populations as these become fragmented and small, and confirmed their negative consequences for population viability and adaptive evolution. On the other hand, the application of molecular markers in conjunction with the rich evolutionary theory yields information on the evolutionary history, the demography, the ecology and the behaviour of particular species, which can assist risk evaluations, the assignment of conservation priorities, the delimitation of conservation and management units and the design of effective conservation strategies. Finally, molecular markers provide methods for the assignment of samples to species, populations or individuals and gender, which –especially when applied to non-invasively collected samples- become effective tools for the conservation and management of endangered species. The presence of genetics in conservation has received a significant boost in recent years from the incorporation ofnew molecular markers, the increasing use of degraded or ancient materials, and from significant advances in data analyses methods that build upon recent theoretical developments, like coalescent theory. Particularly, the leap to genome-wide analyses promises to overcome the predominantly neutral nature of traditional molecular markers and provide access to the molecular basis of adaptive variation. Nevertheless, overcoming this and other pending challenges will require an increased interaction between theoretical, experimental and empirical approaches and between genetics and ecology. The proved importance of genetics for species persistence and the significant contribution of genetic techniques to conservation practice call for an increased presence of genetics in species conservation, both in policy-making and management.