Diversidad biológica y sostenibilidad ecológica y económica de los sistemas adehesados
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Resumen
Los bosques mediterráneos son sistemas naturales con una elevada diversidad biológica, que tiende a aumentar cuando son explotados para formar dehesas arboladas. Dentro de este sistema de explotación, la riqueza de especies varía en función de los efectos del manejo humano sobre la estructura de la vegetación, tanto subarbórea (presencia de cultivos de cereal o manchas de matorral) como arbórea (densidad de árboles). Estas tendencias se observan en varios grupos de organismos y para un amplio rango de escalas espaciales, y parecen deberse a la íntima coexistencia espacial en las dehesas de elementos faunísticos y florísticos forestales, asociados al arbolado y al matorral, y de elementos propios de zonas abiertas, asociados a los pastizales y cultivos sobre los que crecen los árboles. La coexistencia a escala de finca de distintos usos, así como la coexistencia de las dehesas y otros hábitats a escala regional, contribuyen al mantenimiento de especies adicionales. No obstante, se requieren perturbaciones como el fuego o el uso humano, que serían las causas últimas de esta diversidad. La diversidad biológica de las dehesas podría contribuir a su sostenibilidad económica si èsta es valorada adecuadamente por la sociedad. Además, se requerirían medidas adicionales que garantizasen situaciones temporales de menor diversidad pero indispensables para la regeneración del arbolado y la sostenibilidad ecológica de este peculiar sistema de explotación.
Abstract
Los bosques mediterráneos son sistemas naturales con una elevada diversidad biológica, que tiende a aumentar cuando son explotados para formar dehesas arboladas. Dentro de este sistema de explotación, la riqueza de especies varía en función de los efectos del manejo humano sobre la estructura de la vegetación, tanto subarbórea (presencia de cultivos de cereal o manchas de matorral) como arbórea (densidad de árboles). Estas tendencias se observan en varios grupos de organismos y para un amplio rango de escalas espaciales, y parecen deberse a la íntima coexistencia espacial en las dehesas de elementos faunísticos y florísticos forestales, asociados al arbolado y al matorral, y de elementos propios de zonas abiertas, asociados a los pastizales y cultivos sobre los que crecen los árboles. La coexistencia a escala de finca de distintos usos, así como la coexistencia de las dehesas y otros hábitats a escala regional, contribuyen al mantenimiento de especies adicionales. No obstante, se requieren perturbaciones como el fuego o el uso humano, que serían las causas últimas de esta diversidad. La diversidad biológica de las dehesas podría contribuir a su sostenibilidad económica si èsta es valorada adecuadamente por la sociedad. Además, se requerirían medidas adicionales que garantizasen situaciones temporales de menor diversidad pero indispensables para la regeneración del arbolado y la sostenibilidad ecológica de este peculiar sistema de explotación.